sábado, junio 17, 2006

Mozart

Tus emocionadas notas son lo que me queda al final de cada día. Sonata para dos pianos Kv 448, concierto para piano nº 20, La flauta mágica, Don Giovanni, tu conmovedor Requiem intimista, tus conciertos para violin 3 y 5... y tus conciertos para flauta... Idomeneo...El rapto en el serrallo... las bodas de Figaro...y lo que se me olvida... Todo esto me da fuerzas para levantarme cada día, por eso desayuno contigo.

Nos conocimos en la cuna, ¿te acuerdas? Nos presentó mi abuela Carmen y sintonizamos al instante, que música Wolfgang, me marcó para siempre y te escuchaba a escondidas, ¿te acuerdas? Sí, aquellas cintas machacadas, los vinilos del salón rallados, y Carmen siempre Carmen, y su piano.

La historia de mi vida lleva tus notas y cada imagen, cada recuerdo, suena a Mozart en mi mente. Gracias por estar siempre a mi lado, Wolfgang, tú nunca me fallas. Siempre nos queda Mozart, siempre me queda Mozart, en el amor y aún más en el desamor. Sabes que estos días no habría aguantado sin ti...Gracias por estar siempre ahí, por compartir emociones por hacerme reir, por hacerme llorar, por agarrarme del brazo y levantarme del suelo cada vez que se me acaban las esperanzas y parece que todo se viene abajo. Gracias.