Triunfarás

Las paredes salmoneadas del club de los corazones valientes están de luto: Julián Manzano y su perilla se van con la música a otra parte.
La voz cantante coge la Telecaster y deja huérfano y medio mudo al grupo. Los del grupo, los del grupo, esos siempre la pagan.
A ver ahora quien le pone el chascarrillo ingenioso a las letras. A ver quien va a marcar el ritmo para que el blues no suene a desafinado y el rock punki-dandy de sofá siga tocando a revolución.

Y es que es lo de siempre. Este manager no se entera -y la directora de Tita Records menos- de que ese portentoso talento natural del micro se va porque no tiene un contrato a su altura. Los dos dejan que el gran talento salga del grupo por segunda vez de manera precipitada por la puerta de atrás. Todos los jefecillos-jerifaltes-de-nada de la discográfica a su bola porque ya tienen suficiente todos y cada uno de ellos con que sus respectivos Reinos de Taifas no se desmanden. Que es muy duro el trabajo de tener que tapar boquetes con masilla para que no los vean los la farándula, los de los medios de comunicación, los del glamour, los de los surtidores de fondue de chocolate. Que los de la beautiful people no quieren saber que los feos somos más.

Julián Manzano, el rey del micrófono, se atusa el flequillo como Elvis el tupé. Sale a escena y sus fans sintonizan rápidamente su onda. Por fin es libre. Las ataduras de la discográfica no le machacan las muñecas. Por fin el micrófono es suyo. Corrupción en Miami atronando en los oidos del respetable. Un potente Telecasterazo al aire y al profeta ya no se le atasca el Fa en la garganta:

Yo quiero ser Emili-0 Ca-0
poder partir el bacalao
ser rey del Tang-0 en el "hit parei"
y a mi de negro no me "verei"


...y fue asi como nuestro protagonista cambió definitivamente el micro del walkie por otro micro mucho más digno para dar rienda suelta a sus grandes dotes de comunicador. Amén. ¡Buena suerte, camarada!