miércoles, septiembre 27, 2006

A galopar

Hoy soy un hombre nuevo. Sonó la primera trompeta y no la escuché. Sonó la segunda y tampoco, y la tercera, y la cuarta...y de repente, a la séptima, si que oí la del amanecer, la del despertar, la de varias voces amigas. Miles de retos por superar, nuevas ilusiones y el cielo se abre. Relativizo, intento tomar perspectiva. El desengaño, la desgarrazón, un momento dolorosísimo de rotura interna, de lamento profundo y de daños irreversibles a la autoestima al descubrirse el pastel de la gran farsa. Todo acabó, todo fluye, me cago en Heráclito pero es así. Yo también quiero reinventarme, como ella ha hecho, una nueva oportunidad. Es hora de arrancar el espejo retrovisor sin ira, pero sin vanas dilaciones absurdas que prolongan la agoníade lo que ya no existe más . .. La experiencia me dice: in Wolfgang veritas: Confutatis maledictis, flammis acribus adictis. Es decir¿A galopar, a galopar, hasta enterrarla en el mar...?

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

PUMBA PUMBA ese es el charrito tesalonico

3:10 a. m.  

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