viernes, noviembre 18, 2011

La caja mágica

Día lluvioso.
Me acerco a la caja tirando de mi carrito. Empiezo a sacar las cosas sin mirar.
No quiero mirar esa mirada desganada al otro lado de la máquina que hace ping.
¿Qué pasa? No oigo los porrazos ni la voz envenenada de mala leche ...
Buenas tardes.
Esa voz no es la voz poseída que yo conozco.
Es otoño.
Es una chica amable.
Sonríe.
Espere, yo le ayudo, se le cae el vino.
Vuelve a sonreír.
Que tenga una buena tarde.
No se qué fue de la cajera grosera, ni me importa.
Tenía crisis. De sonrisas. Permanente.



Mi amigo el filósofo tenía razón, en otoño llueve la inspiración...