Analfabetos

Hablando de todo. Hablando de nada. Sintiéndose superiores por un momento. Cruzando el hall central y mirando por encima del hombro. Estiradito Graci-osito y Albondiguilla Sin-sal quieren empezar el día dandose un gustirrinín. Estiradito siente el cosquilleo de costumbre en la entrepierna. Es el cosquilleo cuasi-orgásmico de la erótica del poder.

La sangre lujuriosa corre por sus venas y descarga su supuesto chascarrillo sarcástico sobre el auxiliar indefenso. El placer dura decimas de segundo. Coitus interruptus, me temo, el pobrecito de negro, el pobrecito caviar de licenciado beluga negro se rebela frente a Graci-osito. Winnie de Pooh no tiene maldita la gracia. Winnie de Pooh se chupa un cuarto de hora a pie firme intentando marcar el territorio.

Esti-rando el bacalao desal-ado no tienen puta la gracia. Marx, Karlitos no Groucho, tenía razón: me cago en el criterio capitalista, me cago en el rasero capitalista. Plutocracia, maldita plutocracia, reina entre las injusticias, diosa de las rameras que encumbras a los más ruines de los seres humanos para someter a los corazones nobles e inquietos. Monumento a la incultura y la barbarie, pecado mortal leer. Paso siguiente, quema de libros en el hall... y si no al tanto. Si es rápido y es gratis entonces, why not?

Yo te maldigo plutocracia. Yo te maldigo afán de lucro. Yo abjuro de tus principios y reivindico un espacio para el sentido común, el romanticismo y sobre todo y ante todo el amor al arte: Art for art’s sake, es decir: el arte no se vende. El arte no es emporio. El arte no es una puta cualquiera.

Vincent Van Gogh y Wolfgang Amadeus Mozart murieron pobres, en el olvido y enterrados en la fosa común. Es necesario honrarlos, pero no se merecen que se les convierta en prostitutas de ultra tumbra convirtiéndolos en rentables iconos de merchandising. No montéis un circo con su imagen, no merecen ese flaco favor. Si Vincent levantara la cabeza os pegaría un tiro con su revolver.

Dona eis Requiem.