viernes, abril 07, 2006

Oscar

Oscar frente a Oscar. Desde la pared, Oscar no pierde detalle de Oscar. Desde la silla, ella, Oscar en clave, ya no presta atención a ese señor que fija su mirada en la pupila azul de la obra de arte viva.

Oscar, pasa, pasea y vuelve a pasar liberando su sugerente fragancia regalando una sonrisa cada vez.

Kokotchka, el Oscar de la pared, le está contando a Ernest el secreto: Ella, la belleza clásica de bucles con destellos rojizos, la “coronada con laureles” que ese es su verdadero nombre, surgió como su prima Afrodita de la espuma pintada de un cuadro del maestro Boticelli que está en el piso de arriba y... ¡sshhh! Que viene el relevo y nos van a oir. Y tú, Ernest Ludwig Kirchner olvídate de que somos expresionistas y haz mutis por el foro. Demasiado tarde, porque me ha dado tiempo a oírlo todo...

4 Comments:

Blogger Angel Martín Fernández said...

Te sienta bien tu nuevo trabajo, un abrazo.

10:05 a. m.  
Blogger Esther said...

Me gustaría comprenderlo. Excesivamente figurativo para mi simple mente, aún así, creo ver cómo se mezcla la realidad con la ficción... seguiré como simpre intentando comprenderte.

1:02 p. m.  
Blogger Dim said...

y me temo que lo que os falta... porque me temo que en las próximas "subidas" van a ser de corte pictórico. El Greco, Boticelli, Van Gogh, Matisse, el Jinete Azul, Van Dyck... y el gran descubrimiento: Van Ruisdael, impresionante. Si alguien va al Thyssen, que me avise.

1:23 a. m.  
Blogger Azena said...

a veces me dejas sin palabras...

11:32 a. m.  

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